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@alexandrapereria
@mariapombo
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@madamederosa
Nadie duda que ser influencer tiene un montón de cosas buenas. Cosas por las que mucha gente no dudaría ni un segundo en cambiarse por los protagonistas de los vídeos y las fotos que cada día aparecen en su Instagram. Vídeos y fotos de momentos sacados de vidas aparentemente perfectas. Pero también algunas no tan buenas, como cuando tienes que explicar como Alexandra Pereira que no está embarazada. En especial cuando eres una top como Alexandra Pereira (@alexandrapereira) y tienes la oportunidad de viajar por todo el mundo, conocer a gente muy guay, trabajar con las mejores marcas que existen, vivir experiencias únicas y ser una referente para miles y miles de personas. Pero ser influencer también tiene sus inconvenientes. Lo cual, pese a ser tan indudable como sus ventajas, no se suele tener tan presente. Y tiende a olvidarse. Porque, claro, la fascinación que despierta ver el vestidor de estas influencers repletos de ropa, bolsos y zapatos o sus viajes es mucho más inmediata que pararse a pensar, por ejemplo, las consecuencias tan desagradables que conlleva en ocasiones tanta exposición. Que se lo digan, precisamente, a Alexandra. Ya en 2018 se atrevió a denunciar públicamente el acoso que durante años y años sufrían ella y otras influencers desde el foro de la web de Vogue España. Incluso contenía un hilo dedicado específicamente a Alexandra, en el que los haters insultaban abiertamente desde su imagen y su trabajo hasta su familia, con mensajes racistas hacia su actual marido, el empresario libanés Ghassan Fallaha. Como consecuencia de esta denuncia, a la que se sumaron María Pombo (@mariapombo), Laura Escanes (@lauraescanes), Aída Domenech (@dulceida), Isabel Sanz o (@isabel_sanzz) o Ángela Rozas (@madamederosa), y que se hizo viral a través del #adiosforovogue, la dirección de la revista decidió cerrarlo por completo para siempre. Dos años más tarde, Alexandra Pereria vuelve a cargar contra determinados comentarios que algunas personas han hecho en una foto reciente junto a Ghassan. Por suerte, esta vez no se trata de mensajes de odio, sino de la presión social a la que se ven sometidas muchas mujeres poco después de casarse (hace algo más de seis meses de su boda) por parte de todas personas que aprovechan la más mínima ocasión de dejar caer el típico “¿Y para cuándo los hijos?”. Alexandra Pereira no está embarazada. “Quiero daros las gracias por lo lindas que sois en vuestros mensajes. Me alegra que tantas os sintáis apoyadas por mis palabras. Quiero añadir que si el día de mañana decidimos tener hijos (ya sea mañana o dentro de 2, 5 o 10 años) seguiré siempre apoyando, respetando y admirando a las parejas o mujeres u hombres que decidan no tener hijos y que les llene su trabajo, viajar, hobbies juntos, separados, leer libros, soñar, hacer deporte, cocinar… LO QUE SEA que les haga felices”. Así agradecía Alexandra en sus stories las muestras de solidaridad recibidas en la publicación que hizo a raíz de esa foto. “No sabéis la cantidad de historias que estoy leyendo… algunas tristes, otras surrealistas, unas felices, otras no tanto, pero todas provienen de MUJERES, unas con hijos, otras sin hijos, que se han sentido identificadas con cada palabra que he dicho o con alguna parte de mi discurso. Gracias por contarme vuestras historias… son cientos de mensajes y no puedo contestar a todos, pero os leo y me inspiráis. Me inspira la sororidad, me inspira la libertad, me inspira el respeto”, concluye Alexandra en defensa de toda aquellas que, como ella, están hartas de tener que soportar impertinencias o ser juzgadas por el simple hecho de no esperar hijos.
